Obstáculos burocráticos frenan la investigación biomédica en Ecuador

Cristina Coello. Jonathan Veletanga 
La producción científica es un elemento fundamental para el desarrollo de los países, sin embargo, para Ecuador este tema todavía es un reto importante, más aún, cuando los investigadores señalan la existencia de muchas trabas y obstáculos burocráticos que frena el desarrollo de su trabajo.

Si bien en los últimos años se ha promovido la producción de artículos científicos nacionales, tanto en temas biomédicos como en otros campos, las cifras aún siguen siendo muy bajas a nivel internacional, es decir, representa el 0,1 por ciento de la producción mundial y el 2,27 por ciento de la producción latinoamericana, según las bases de datos Scopus y Scimago.

Esas mismas fuentes, registran que Ecuador está en el puesto 90 entre 239 países con más de 13 mil documentos, mientras que a nivel latinoamericano ocupa el puesto 11 de entre 48 países. El índice de impacto de las publicaciones nacionales, es decir, cuántas veces citan a los autores ecuatorianos es 137. Esta cifra es baja si se compara con el índice de impacto de países como Brasil que es de 489 o de Estados Unidos que es de 2077.

Pero, ¿por qué sucede esto?, ¿qué impide que Ecuador aumente su producción científica?, acaso ¿es muy complicado realizar investigación en nuestro país? Para responder a estas interrogantes REDACCIÓN MÉDICA ha conversado con varios investigadores ecuatorianos.

La tortuosa burocracia 

“Los resultados de las investigaciones enriquecen el conocimiento general, apoya a la comprensión de las enfermedades, mejoran tratamientos, se hace evidente de mejor manera las respuestas a fármacos, no les cuestan los exámenes y muchos más beneficios personales, familiares y sociales. Pero eso lo entendemos los investigadores, no los directivos de las instituciones, quienes ponen tantas trabas que es preferible no asociarse a ellos. Justo por eso la producción nacional en ciencia está como está”, ha sostenido César Paz y Miño, director del Centro de Investigación Genética y Genómica de la Universidad UTE.

Paz y Miño ha considerado que si bien la producción científica ecuatoriana subió a partir del año 2006 en un 453 por ciento, todavía “producimos poca ciencia”, y esto se debe a varios obstáculos, entre ellos las trabas burocráticas.

Los directivos de instituciones públicas y privadas colocan obstáculos al presentar un proyecto de investigación, pese a que los beneficios son varios. “En el Ministerio de Salud Pública (MSP) y específicamente desde la Dirección de Inteligencia se ha tomado costumbre dificultar los proyectos de investigación presentados por investigadores nacionales”, ha sostenido Paz y Miño.

Con este criterio coinciden otros investigadores como Bertha Estrella, Patricio Barzallo y Lucy Baldeón. 

Disminuyen el estímulo a la investigación

Barzallo, médico investigador y presidente de la Red de Investigación de Salud Pública de la Zona 6 y 7 del Ecuador (RISAP) ha comentado que  “para quienes hacemos investigación desde las universidades, el MSP a través de la Dirección de Inteligencia, hace que tengamos varias trabas burocráticas (duplicación de trámites) que retrasan en tiempo y vuelven muy engorroso ejecutar los proyectos de investigación. Esto resulta ser un obstáculo difícil de superar”, ha lamentado.

Por este motivo, “demandamos a las instituciones de control para que sean facilitadoras de los procesos para que las universidades e institutos que realizan investigación no se topen con estas instancias que disminuyen el estímulo de la investigación formativa, como paso previo legal de las investigaciones científicas. Esto produce un retroceso en un país que está en vías de desarrollo en investigación”, ha insistido Barzallo.

Asimismo, pese a tener aprobación de un Comité de Ética para la Investigación en Seres Humanos (CEISH) reconocido por el MSP, los directivos piden la aprobación de su propio comité de ética, incluso aunque no esté aprobado ni registrado en los organismos competentes. “Proyectos observacionales, retrospectivos, prospectivos, son cuestionados casi sistemáticamente. Supongo que es porque al no tener la estructura de investigación, prefieren ahuyentar a los investigadores y no comprometerse”, ha señalado Paz y Miño.

Por otra parte, cuando el proyecto de investigación es sobre acceso a recursos genéticos, “el desastre es peor”, es decir, cada paso es obstaculizado por regulaciones que consideran a los investigadores “saqueadores y biopiratas”. “Son justamente las instituciones las que deben buscar investigar la variedad de especies ecuatorianas, entenderlas, encontrar genes e insumos propios que permitan al país resolver problemas de salud, ambiente, aguas, etc. En un país racional, los organismos gubernamentales y privados buscan a los investigadores para que resuelvan los problemas productivos y científicos, pero aquí no”, ha reclamado Paz y Miño.

“Nos imponen ciertas leyes que son de otros países que tienen otras realidades diferentes. Esto ocasiona que los investigadores tengamos problemas burocráticos”, ha agregado Barzallo.

El Tiempo, los reactivos  

Otros problemas que han reportado los investigadores es que en los hospitales el tiempo de dedicación de los médicos y colaboradores es para la atención principalmente, y no para el desarrollo de investigación, es decir, no tienen tiempo para escribir. Además, muchas de las veces las instituciones cuentan con tecnología diferente (o inexistente) a la que se requiere para desarrollar el proyecto de investigación.

Los temas legales para importar reactivos o productos necesarios para la investigación también representan otro obstáculo que desmotiva a los investigadores, ya que prolongan el tiempo para desarrollar el proyecto de investigación.

Urgencia de políticas estables 

Bertha Estrella, directora de Investigación de la Universidad Central del Ecuador (UCE), ha percibido “cierta frustración” por parte de los investigadores ya que a pesar de ser necesarias las regulaciones, éstas no son estables.

“Creo que todo debe estar normado y regulado, pero eso debe ir acorde al país que somos. Las políticas actualmente no son estables, son cambiantes. Dependen del director de inteligencia de la salud” que sea nombrado en el MSP, ha percibido Estrella.

La investigadora ha insistido en que toda regulación “es buena, es un progreso, pero hay que saber llevarla y tener flexibilidad, (en el MSP) no hay quien priorice. Puede ser que (el funcionario) esté súper bien capacitado, pero no hay esa visión amplia de la ciencia. El científico con mayor experiencia sabe que las cosas deben ser mejores y cada vez con mayor exigencia, pero lo que existe son tropiezos”, ha insistido.

Estrella, por ejemplo, ha rechazado el requisito de contratar un seguro de salud para los sujetos que ingresan a un estudio de investigación experimental. “Nosotros estábamos trabajando con 350 ancianos para probar un suplemento nutricional, pero ninguna aseguradora del Ecuador le va a dar el servicio a un anciano, sujeto de investigación. Con esta norma no harían nunca investigación en los países desarrollados”, ha comentado.

Según la investigadora, la protección al sujeto de investigación está en el consentimiento ético y cuando se presentan este tipo de proyecto ya han pasado algunos filtros y revisiones, así como por comités de ética.

Por otra parte, tras insistir en destacar las normativas para controlar la salida de muestras biológicas al exterior, también ha mencionado que intentar hacerlo actualmente “demora siglos, las muestras quedan guardadas dos, tres años, es una burocracia bien grande”, se ha lamentado.

A eso se suma la falta de coordinación entre instituciones, tanto para ejecutar proyectos como para autorizar investigaciones. “Es un círculo vicioso que retrasa todo. Si hubiera una comunicación más ágil entre los reguladores y los hacedores de la investigación sería más fácil”.

Los esfuerzos por conseguir financiamiento 

Lucy Baldeón, directora del Instituto de Investigación de Biomedicina de la UCE, ha considerado que esas y otras trabas que ha puesto el MSP para la investigación se han convertido en “un problema cada vez más grande”.

Baldeón ha relatado que conseguir financiamiento para una investigación es una verdadera “lucha”, ya que cada vez es más competitivo y hay menos dinero. Así mismo ha mencionado que en las instituciones públicas, como las universidades, hay menos presupuesto para estos fines.

“Creo que no está claro cómo se obtiene ese financiamiento aquí o a nivel internacional. Uno genera un proyecto, que es un trabajo increíblemente duro”, son meses en los que se generan  las herramientas y todo lo que implica estructurar una investigación coherente y basada en evidencia.

Al investigador no le otorgan el financiamiento “por el nombre o porque este bonito, lo hacen cuando ha pasado una estricta revisión de expertos. Luego pasamos por los comités de ética validados por el MSP, que se supone es un grupo que ellos controlan, vigilan y saben que trabajan”.

Luego de todo ello, ahora también deben pasar por la oficina de Inteligencia de la salud (del MSP) para “un sobre control, y con eso se vuelven mucho más escasos los proyectos. Yo creo que actualmente nadie hace un proyecto experimental y peor clínico, siendo que éstos son muy importantes y teniendo toda la parte de control y ética”.

Para la investigadora el excesivo control “no tiene lógica”, ya que el proyecto previamente  pasó por una exhaustiva revisión antes de lograr el financiamiento.

Hay proyectos que se aprueban y financias universidades o institutos de investigación de países desarrollados y que solicitan colaboración de entidades universitarias en Ecuador, pero las propuestas permanecen meses en el MSP y finalmente las refutan.

A eso suman, las absurdas recomendaciones que Inteligencia de la salud les remite como, por ejemplo, cambio de títulos o mayores justificaciones a las citas bibliográficas, “no son cosas de fondo, simplemente es burocracia. Es una locura, pero eso debe parar”, ha solicitado.

En una próxima edición, presentaremos la posición del Ministerio de Salud frente a los problemas expuestos por los investigadores.

Tomado de: redacción médica